Los conductos de la chimeneas, transportan humos y gases contaminantes que pueden ser nocivos para la salud. Con el uso, ésa suciedad se convierte en hollín, mucho más peligroso y difícil de eliminar.
El hollín de las chimeneas es altamente inflamable, y su limpieza requiere de deshollinadores expertos y maquinaria cualificada para su eliminación.
¿Cada cuanto tiempo es necesario limpiar las chimeneas?
La limpieza de chimeneas y conductos, es un mantenimiento necesario que todo propietario debe realizar con la llegada del invierno. Se recomienda limpiar las chimeneas al menos, una vez al año y siempre antes de su uso continuo durante el otoño e invierno.
A medida que vayamos utilizando la chimenea esta nos puede dar señales de que necesita tareas de deshollinado, tales como deficiencias a la hora de absorber los humos o la apreciación de ciertos olores. Pero, aunque no sea así, es aconsejable efectuar la tarea de limpieza de chimeneas una vez al año para aquellas que cuenten con tubos de acero inoxidable y acero vitrificado, y dos veces por año si son de acero galvanizado.
Hay que evitar que la chimenea quede sucia de un año para otro, sobre todo si funciona con combustión de madera, ya que esta genera una sustancia llamada creosota. Este elemento es un aceite espeso y viscoso que actúa como combustible si entra en contacto con chispas de fuego externas, además de impedir el correcto funcionamiento de la chimenea. Estas partículas se depositan en las paredes del tubo y lo obstruyen, lo que hace que los humos se devuelvan a la habitación. Así, cuando se aprecien unos 3 mm. de grosor de hollín y creosota, es necesario realizar una limpieza.